El ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, se sacó con el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro (Frente de Todos) a quien acusó de interesarse sólo por los negocios inmobiliarios.

Berni quiso ingresar al centro de monitoreo de esa ciudad del norte de la provincia después de presenciar un intento de robo en una de las calles del centro. Tras auxiliar a la víctima, el ministro fue a ver las grabaciones de las cámaras de seguridad para intentar dar con el delincuente.

Sin embargo, en esa dependencia municipal le prohibieron el ingreso. Luego de esperar durante 15 minutos, un periodista se acercó y el ministro no ahorró críticas hacia el jefe municipal.

Evidentemente en Zárate, si no es un negocio inmobiliario, no parece importar. Al intendente no parece importarle ni la salud, ni la educación, ni la seguridad. Es una vergüenza

"Evidentemente en Zárate, si no es un negocio inmobiliario, no parece importar. Al intendente no parece importarle ni la salud, ni la educación, ni la seguridad. Es una vergüenza", lanzó Berni.

Fuentes de La Plata argumentaban que la embestida del ministro contra Cáffaro apuntaba a lastimar a la ministra de Gobierno, Teresa García, encargada de sostener el vínculo entre el gobierno de Axel Kicillof y cada uno de los 135 jefes municipales. Es que en la mañana de este martes, García salió a desmentir a Berni quien había sugerido "aislar" a la provincia de la Ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo, todo apunta a la vieja rivalidad con el jefe municipal de Zárate. Ocurre que ese es el pago chico de Berni y de su esposa, la senadora provincial Agustina Propato. Ambos trabajan para que ella llegue a la intendencia y tienen como objetivo lograrlo en 2023.

Pero no es la primera vez que Berni carga contra Cáffaro. En la primera semana de la cuarentena obligatoria, el ministro daba una entrevista en televisión cuando le mostraron los montículos de tierra utilizado por varios intendentes para cerrar los accesos a las ciudades. Entre varios distritos había fotos de Zárate, y Berni no la dejó pasar. Dijo que se avergonzaba de que ese sea un intendente del Frente de Todos.

Cáffaro es un alcalde que supo ser el protegido de Julio De Vido (al punto de que el ex ministro de Planificación Federal tiene domicilio en ese distrito). Surfeó los años de Cambiemos en le poder como pudo con la ayuda de los recursos que le brinda un parque industrial con empresas de primera línea.

Sin embargo, en los últimos meses aparecieron algunos desmanejos. Uno es una polémica tasa al Deporte que los comerciantes pagan junto al resto de los servicios municipales y con los que se sostiene el equipo de basquet de la ciudad.

El problema es que a partir de la cuarentena, la cobrabilidad de las tasas cayó de manera estrepitosa y el intendente tiene problemas para pagar el sueldo a las "estrellas". Para peor, los comerciantes desconocían que un porcentaje de las tasas que pagaban iba destinado al sueldo de un equipo de elite, lo que generó bronca en el distrito.

Otro problema que enfrenta es la falta de ambulancias. El intendente rechazó el servicio del SAME que María Eugenia Vidal implementó en 119 distritos y ahora, en plena pandemia de coronavirus, apenas cuenta con dos unidades para unos 130.000 habitantes. Médicos y bomberos vienen levantando la voz ante la necesidad de más ambulancias.